CUARTO MILENIO – Programa 16×04 – 31/1/2021
Regreso al Triángulo – Los cuatro anillos – Archivos de la Inquisición: La Tía Cabalganta
El 28 de diciembre de 2020, un yate de nueve metros de eslora, con 20 personas a bordo, zarpó del puerto de Bimini (Bahamas) con destino a Lake Worth (Florida). Según el parte meteorológico, aquel día había nubosidad variable con chubascos dispersos y buen estado de la mar. Sin embargo, el barco no llegó a su destino y el 29 se dio alerta al servicio de Guardacostas de Estados Unidos. Durante la búsqueda se peinó un territorio de casi 28.000 kilómetros cuadrados, sin éxito. Es la última desaparición en el famoso Triángulo de las Bermudas. Para hablar sobre este caso y otros acaecidos en la zona nos visitan el escritor Javier Sierra, el marino Fernando García Echegoyen, especialista en siniestros marítimos, y el periodista José Antonio Ponseti.
LOS CUATRO ANILLOS
Entre los siglos X y XI nueve obispos se retiraron al monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil (Galicia). Algunos lo hicieron por culpa de las invasiones musulmanas y otros buscando retiro espiritual. Allí se convirtieron en monjes con voto de pobreza. Tras su muerte, sus anillos fueron custodiados. Para algunos, dichas piezas tendrían un poder sanador y milagroso. Los restos de los obispos reposaban en el claustro más antiguo del monasterio, pero posteriormente fueron trasladados al altar. La escritora María Oruña ha investigado este monasterio y los secretos que esconde, y visita la Nave del Misterio para contarnos los enigmas de los anillos y cómo fueron utilizados para supuestamente sanar a los enfermos.
ARCHIVOS DE LA INQUISICIÓN: LA TÍA CABALGANTA
A las afueras de la localidad de Táliga (Badajoz) aún existen vestigios de lo que fue un molino. En la actualidad, es conocido como el molino de la Tía Cabalganta, un personaje siniestro y misterioso que se apartó del pueblo por un desengaño amoroso. Allí creo una especie de posada en la que pernoctaban forasteros de paso en la zona. Sin embargo, Tía Cabalganta empezó a asesinarlos para después ocultarlos en la huerta, junto al molino. Nuestro compañero Carlos Largo ha rastreado sus pasos y los extraños sucesos que rodearon la vida de esta mujer a la que se acusó de pactar con el Príncipe de las Tinieblas.